Portada  |  14 abril 2016

Un tetrapléjico pudo volver a mover su mano gracias a un implante cerebral

Ian Burkhart, de 24 años, que perdió hace seis años las funciones motrices en los cuatro miembros tras un accidente de tránsito, se prestó para la prueba.

Tecno

"Yo soy el paciente que tuvo la fortuna de participar en este experimento", dijo ante los periodistas el joven, quien aseguró que el proceso fue "mucho mejor de lo que esperaba" cuando aceptó someterse a la cirugía necesaria para alojar el microchip en su córtex motor.

"La primera vez que pude abrir y cerrar la mano tuve una nueva sensación de esperanza por el futuro. Siempre la había tenido en el fondo de mi mente, pero se hizo mucho más real", explicó Ian, quien agregó:  "Si puedo utilizar este dispositivo fuera de la clínica, sin duda mejorará mi calidad de vida y seré más independiente, se reducirá la cantidad de asistencia que necesito".

El dispositivo, llamado NeuroLife, implica la implantación de un pequeño chip de computadora en el cerebro del paciente, que es un bypass neuro-electrónico para reconectar su cerebro directamente con los músculos.

El circuito fue implantado en Burkhart en abril de 2014 mediante una operación quirúrgica de tres obras y ese mismo año logró abrir y cerrar la mano con un simple pensamiento.

Ian puede tomar una botella, verter su contenido en un frasco y volver a dejarla donde estaba. Ahora puede realizar movimientos más sofisticados con manos y dedos, como tomar una cucharita o un teléfono y llevárselo a la oreja, movimientos que antes le estaban vedados y que una vez dominados mejoran significativamente su calidad de vida.

"Es asombroso ver lo que ha logrado hacer", comentó Nick Annetta, ingeniera electrónica del equipo de Battelle, quien añadió. "Mantiene el control de cada uno de esos pasos".

La tecnología usa algoritmos que interpretan la actividad cerebral y la transmite a un dispositivo que se ubica en el antebrazo, que permite estimular con alta definición los músculos del miembro paralizado.

"En la última década hemos aprendido a descifrar las señales cerebrales de pacientes completamente paralizados y ahora, por primera ocasión, esos pensamientos se están convirtiendo en movimiento", dijo Chad Bouton, uno de los autores del estudio, quien dirigió al equipo de Battelle antes de unirse al Instituto Feinstein para la Investigación Médica con sede en Nueva York.

El equipo del Battelle trabaja desde hace diez años en esta investigación y desde hace cuatro años se unió a neurólogos de la Universidad de Ohio para desarrollar un dispositivo que pueda ser usado por pacientes con parálisis.

"Nuestro objetivo es que esta tecnología llegue a más personas en algunos años más, cuando podamos conectar mejor las señales emitidas por el cerebro con la parte exterior del cuerpo y mejorar la calidad de vida de las personas que hoy están en casa sin poder moverse", señaló Bouton.

Además, sostuvo: "Las señales registradas en el cerebro pueden ser redireccionadas salteándose la lesión de la médula y permitiendo restaurar el movimiento funcional, incluso a nivel individual de cada dedo".

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