El pasado martes 24 de mayo, una escuela de Uvalde, en Texas, Estados Unidos, fue el escenario de una tragedia histórica en este país: un joven de 18 años mató a 21 personas tras abrir fuego contra profesores y alumnos.
Se trata del segundo tiroteo escolar más mortífero en la historia del país, apenas superada por la masacre en un colegio de Michigan donde 45 personas murieron.
El hecho generó todo tipo de repercusiones y reavivó una discusión que lleva años sin resolverse en Estados Unidos: ¿La libre tenencia de armas debe terminar o no?
Este mismo fin de semana, Donald Trump habló sobre lo ocurrido en Texas y se mostró convencido de que la prohibición del uso no habría evitado la tragedia llevada adelante por Salvador Ramos.
"Las diversas políticas de control de armas impulsadas por la izquierda no habrían hecho nada para evitar el horror ocurrido", confirmó durante un acto realizado en la Asociación Nacional del Rifle (ANR).
E insistió en que "la existencia del mal en nuestro mundo no es una razón para desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley; la existencia del mal es una de las mejores razones para armar a los ciudadanos respetuosos de la ley”.
En el mismo acto, el director ejecutivo de la ANR, Wayne LaPierre, señaló que “todos los miembros” de la organización y “todos los estadounidenses decentes están de luto en este momento”.
A pesar de su empatía, coincidió con el ex mandatario en que cambiar la legislación no evitaría estos comportamientos. “Restringir los derechos humanos fundamentales de los estadounidenses respetuosos de la ley para defenderse no es la respuesta”, afirmó.
La ANR ejerció un fuerte lobby años atrás para para defender la Segunda Enmienda de la Constitución, que permite la posesión de armas de fuego, y conserva hasta hoy día una influencia dominante entre funcionarios y legisladores.
La tensión política es real podría ser el principal motivo por el cual la discusión no avanza y las tragedias continúan. Sin embargo, existe una presión social en el país para frenar el uso de armas libres que está abanderada por una decena de artistas reconocidos allí y en el mundo entero.
Apenas trascendió la información de la masacre de Texas fue Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, quien en medio de una conferencia de prensa decidió no hablar de basquét y reclamó por cambio en la legislación.
"¿Cuándo vamos a hacer algo? Estoy cansado. Estoy tan cansado de subir aquí y ofrecer condolencias a las familias devastadas que están allá afuera”, lanzó el deportista apenas llegó a la conferencia de prensa de la NBA.
Missy Elliott, Kim kardashian, Taylor Swift, Becky G fueron solo algunas de las personalidades que lo acompañaron y se sumaron a su reclamo en redes sociales.
James Corden se tomó unos minutos para hablar sobre el tema en su programa e incluso Joe Biden se mostró devastado y convencido de tener que cambiar con urgencia la libre tenencia de armas.
En un país donde hay 120 armas por cada 100 habitantes; donde se registraron 212 tiroteos masivos en lo que va del año, la frecuencia más alta del mundo, y donde la principal causa de muerte en menores son las armas de fuego, los debates continúan y las medias no se toman.
Comentarios