Hija de Mercedes Morán y Oscar Martínez, creció en una familia con cinco hermanas. Todas relacionadas al arte, menos una que es psicóloga. A Manuela siempre le interesó lo artístico, su madre solía llevarla a sets de filmación luego de ir al colegio. Le encantaba, quería observar cada vez más el detrás de escena.
Sus padres siempre la alentaron y nunca subestimaron su escritura. Su opinión sobre la literatura fue ponderada, incluso desde su infancia.
Como madre, Manuela considera a Mercedes presente y cercana. De su padre piensa lo mismo, fue él quien la alentó a escribir y quien la ayudo a confiar en su propio criterio y trabajo. Con Morán trabajó en la película “Familia Sumergida”. Dudaba de cómo se sentiría al trabajar con su madre, temía que su madre le de direcciones, pero finalmente no fue así. Por eso luego de un tiempo trabajó más relajada en “Sueño Florianópolis” junto a Mercedes. En cuanto a Oscar, nunca llegó a trabajar con él, pero no está cerrada a hacerlo.
Los recuerdos son recurrentes, algunos nostálgicos, otros de inmensa alegría. Recuerda momentos de risas durante su niñez con su padre, quien le contaba chistes largos y se transformaba en el alma de toda fiesta. Con su madre se acuerda de las marchas de 24 de marzo, y cómo juntas han indagado en el respeto a la diversidad.
Pasaron años y memorias variadas, experiencias profesionales y proyectos personales. Todo aquello derivó en que hoy Manuela planee y transite su propio camino. Segura de sus pasiones y aptitudes, nada la detiene. Mediante el arte- y principalmente la escritura- transmite mensajes que impulsan al lector y espectador a pensar y analizar distintas temáticas con mirada crítica, racional y valiente.
Una mujer sincera, abierta, comprometida. Que construye y marca su propio trayecto.Agradecimientos:
Jardín Japonés. Instagram: @Jardínjapones
Sergio Miyagi. Director de prensa del Jardín Japonés.
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