Tanto miramos y admiramos a Manu que ahora, en estos raros tiempos que nos toca vivir, creemos necesario mirar y admirar a los primeros que formatearon al mejor basquetbolista de la historia argentina. Sacrificios. Valores. Esfuerzo.
Noches enteras sin dormir. Kilómetros y kilómetros recorridos para llevar y traer a ese pibe que sólo quería crecer en altura para llegar a lo más alto en el básquet. Raquel haciéndole esos batidos proteicos de dudoso gusto que el tercero de sus hijos pedía para poder pegar el estirón. “Yuyo”, su papá, midiéndolo contra esa pared de la habitación de la calle del Pasaje Vergara que aún conserva intacto el póster de Michael Jordan.
La mamá quería fue fuese contador y le pedía “no te acerques al aro para que no te lastimen”. Jorge esperaba hasta altas horas de la madrugada para verlo jugar en la NBA. Así, conviviendo con la hípercompetitividad de Manu fueron acompañando el éxito de su hijo menor.
Ellos lo hicieron, capítulo 1. Homenaje de Telefe Noticias a esos padres y madres que ayer formatearon a grandes hombres y mujeres de hoy.
Gracias a ellos; gracias por ellos…
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