Según un relevamiento realizado por Unicef, en nuestro país hay cerca de 10.000 niños, niñas y adolescentes que fueron separados de sus familias de origen por haber sufrido una vulneración grave de sus derechos. Para protegerlos frente a estas situaciones de maltrato, abuso o abandono, el Estado brinda un sistema de cuidados alternativos transitorios, mayormente en hogares convivenciales o residencias.
Según el Código Civil, el tiempo máximo que deben pasar allí es de 6 meses. Sin embargo, permanecen institucionalizados en promedio 6 años, y lamentablemente en muchos casos, hasta cumplir su mayoría de edad.
Para reflejar esta realidad, hablamos con Agusthus (19), Nayla (20) y Alejandra (34), que cumplieron 18 años estando en hogares, incluso Agusthus aún hoy sigue viviendo en uno.
Es importante destacar que desde 2017, existe en nuestro país una ley que acompaña a los y las adolescentes en sus egresos del sistema de cuidados alternativos. La Ley de Acompañamiento para el egreso de adolescentes y jóvenes sin cuidados parentales (Ley 27.364) otorga el acompañamiento de un referente emocional y un apoyo económico (del 80% de un salario mínimo, vital y móvil) para que chicos y chicas tengan apoyo en la construcción de su autonomía y más herramientas para enfrentar la vida adulta.
Antes de esta ley (pionera en la región) los y las adolescentes que egresaban a los 18 años de los hogares convivenciales debían enfrentarse totalmente solos, sin recursos ni acompañamiento a la vida adulta
Esta ley fue impulsada por la asociación civil Doncel y creada con la participación activa de jóvenes que ya habían egresado del sistema de protección, pensando en mejorar la calidad de vida de quienes egresaran después.
AGRADECIMIENTOS
DONCEL – ASOCIACIÓN CIVIL | @doncel.ong
FUNDACIÓN JUANITO | @fundacion.juanito
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