Un ex productor de TV, un ingeniero naval y otros típicos “bichos de ciudad” dieron un giro a sus vidas comprando una sesión de derechos para vivir y construir sus casas en las paradisíacas tierras vírgenes del Delta. Esto fue posible gracias al trabajo de dos generaciones isleños que fomentaron el avance de la tierra sobre el río, por medio un proceso sistemático de plantación sauces sobre los juncales.
En el Delta de Tigre se da un fenómeno único: la tierra crece. Por eso un hombre como “Rulo” Venencio pudo incrementar su propiedad en cientos de hectáreas y cederla a los nuevos pobladores. Pero ¿Qué tan legal es esa sesión de derechos si el mismo dueño no tiene ninguna escritura? Para el Municipio de Tigre, nada, por eso comenzaron a avanzar sobre los muelles que no lindan con casas habitadas.
¿Desalojarán también a los vecinos que llevan años allí? Es una decisión que queda en manos de la justicia.
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