Carlos Corach fue protagonista del proceso de negociación con el radicalismo para lograr la reforma constitucional y el Pacto de Olivos.
En "Memorias del menemismo" asegura que no se considera un incondicional de Carlos Menem y reconoce como máximo error político su aspiración al querer lograr una segunda reelección y destaca sobre todo, el carisma del actual senador riojano, con quien mantiene un excelente vínculo personal.
Corach es recordado por las interminables conferencias de prensa que solía brindar en la puerta de su casa, temprano por la mañana. En esta nota con Guillermo Panizza cuenta el origen de aquellas charlas con los periodistas y niega la existencia de la famosa servilleta en la cual, según la denuncia de Domingo Cavallo, anotaba los nombres de los jueces federal que le respondían.
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