Todo comenzó en una noche de festejo, Adrián y sus amigos celebraban un cumpleaños en una pizzería. Minutos luego de haber salido del restaurant, surge una pelea entre Emanuel- amigo de Adrián- con dos motociclistas que pasaron muy cerca suyo. Adrián quiso defender a su amigo y apaciguar la tensión. Luego de lograr detener el enfrentamiento, todo pareció volver a la normalidad. Pero solo minutos después, una patota de al menos 15 personas fue hacia la estación de servicio donde se encontraba Adrián y sus amigos. Se acercaron corriendo con piedras y objetos, y comenzó lo peor.
Ada, la mujer de Adrián, quiso huir de la situación, pero su esposo le dijo que tenía que quedarse para proteger a sus amigos. La lluvia de piedrazos se hacía sentir en las espaldas de todo el grupo. Tal como lo demuestran las cámaras de seguridad de aquella noche, 6 personas de la patota lo agarraron a Adrián y lo golpearon sin parar. Hasta matarlo. Cuando se dieron cuenta de que estaba desvanecido huyeron inmediatamente. En ese momento, Ada se acercó hacia donde estaba su marido, y se dio cuenta que ya no tenía signos vitales. A pesar de haberlo llevado a un centro de salud, los médicos no pudieron reanimarlo.
Hoy Ada se encuentra en duelo, las lágrimas no cesan. Pero la impotencia tampoco. La justicia todavía no ha dado una respuesta contundente. No están detenidos todos los agresores que terminaron con la vida de su marido. Solo 4 personas tienen prisión preventiva, y encima la causa todavía no tiene fecha de juicio.
Ada pide justicia por Adrián. Que quienes lo asesinaron salvajemente sean condenados. No solo algunos de ellos, sino todos.
Comentarios