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Alarmante aumento de la acidez de los mares debido al cambio climático
Desde hace algunos años, los investigadores saben que los gases con efecto invernadero, que se desprenden de la combustión del carbón y el petróleo, no sólo alteran la temperatura de los mares, sino que además los acidifican.
Un aumento del contenido de CO2 en la atmósfera también produce un aumento de la concentración de gases en las partes más superficiales del agua y una disminución de su pH.
En disolución acuosa, la escala de potencial hidrógeno (pH) varía, típicamente, de 0 a 14. Son ácidas las disoluciones con pH menores que 7 y alcalinas las de pH superiores a 7. Si el disolvente es agua, un pH igual a 7 indica neutralidad de la disolución.
Se estima que la acidificación de la superficie de los océanos aumentó alrededor de un 30 por ciento desde que comenzó la industrialización, de acuerdo con datos del Consejo del Clima Mundial.
Durante un taller para periodistas organizado por la Red de Periodismo de la Tierra (Earth Journalism Network) este mes en la ciudad chilena de Viña del Mar, el profesor titular del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción (Chile), Osvaldo Ulloa, sostuvo que "la acidez del océano se duplicará para el año 2100".
"Las áreas de baja clorofila y productividad se están expandiendo a una tasa promedio de 2,9 por ciento al año", informó Ulloa a www.telefenoticias.com.ar

El científico chileno, que es un referente internacional en el estudio de la oceanografía microbiana en aguas marinas deficientes de oxígeno -conocidas como zonas de mínimo de oxígeno-, subrayó que "el océano produce el 50 por ciento del oxígeno que respiramos. Estudios recientes determinaron que el Pacífico sudoriental contiene una de las mayores zonas con escasa presencia de oxígeno del planeta".
Esto amenaza en forma directa la vida de especies marinas como los corales o moluscos y caracoles, ya que los bajos valores de ph afectan al desarrollo de la calcificación y de esqueletos.
La acidificación disuelve las estructuras de calcio de los caparazones y corales. Estos últimos, además de ser un gran atractivo turístico, tienen una importancia clave: hacen las veces de bosques en el mar y concentran la mayor cantidad de biodiversidad.
Muchos de estos animales están en la base de la cadena alimenticia, con lo cual la acidificación puede terminar afectando a ecosistemas enteros.
Y la acidificación de los mares perjudica no sólo la diversidad de especies, sino también la compleja red de alimentación en el mar.
"También altera otros procesos biológicos", explicó Ulloa, quien se desempeña además como director científico del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) del país trasandino. Esto significa que peces y, en especial, las larvas de los peces pueden sufrir daños.
Por eso, el científico destacó que es necesario profundizar la investigación, lo que requiere más sistemas de monitoreo e implica una mayor inversión que la actual. "Hoy sabemos menos del Pacífico sur que del Atlántico porque al ser una zona remota, la investigación tiene allí mayores costos", concluyó Ulloa.
Amenaza económica
La acidificación marítima comenzó a tener impactos negativos en sitios especialmente vulnerables, amenazando negocios como los criaderos de ostras o la industria pesquera.
Por ejemplo, se estima que la acidificación oceánica ya costó a la industria de las ostras en el Pacífico noroccidental pérdidas por casi 110 millones de dólares, y amenaza a unos 3.200 empleos, según la investigadora estadounidense Julia Ekstrom, directora del Programa de Adaptación Climática de la Universidad de California.