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HIV: ¿el fin de los preservativos?
El medicamento Truvada gana popularidad en Estados Unidos, donde se utiliza como tratamiento regular para infectados, píldora "del día antes" o del "día después" de tener relaciones de riesgo.
El fármaco va ganando popularidad en cuanto al combate del Sida, tras diez años de ser aceptado como tratamiento para el HIV y pasados ya 30 meses desde que consiguió ser oficialmente considerado como una profilaxis para este mismo virus.
Este medicamento del laboratorio Gilead, que tiene su versión genérica del laboratorio indio Cipla, pasó ya por varios estados: tratamiento regular para infectados, píldora “del día antes” o del “día después” de tener relaciones de riesgo y, desde hace ya dos años y medio, tratamiento regular diario para pacientes en riesgo.
Mientras los laboratorios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés) son claros y lo catalogan como una precaución adicional al uso de otras medidas, especialmente el preservativo, la aplicación práctica no es exactamente así y hay gente que dejó de usar preservativo. Algo grave para el Dr. Daniel López Rosetti.
Michael Weinstein, el presidente de la Fundación del Cuidado del Sida de EE.UU., es el principal detractor de Truvada, por considerarlo contraproducente, por el uso irregular que pueda hacerse de la píldora o la posibilidad de que el virus se haga más fuerte y el fármaco no sirva. Lo describe como “un desastre sanitario en proceso”.