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Juez ordenó al gobierno porteño que le dé una vivienda a una sobreviviente de Chnerobyl
Un juez de la ciudad de Buenos Aires le ordenó al gobierno porteño que le provea una solución habitacional a una inmigrante ucraniana sobreviviente del accidente de la central nuclear de Chernobyl, en virtual situación de calle.
El juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario Darío Reynoso dispuso una medida cautelar "ordenando al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que arbitre los medios necesarios a fin de incluir a Natalia Muzhetska en los programas habitacionales vigentes, otorgando una suma que cubra dichas necesidades de acuerdo al actual estado del mercado".
Muzhetska es una mujer de 56 años, "discapacitada, que se encuentra en inminente situación de calle, que los únicos ingresos que percibe se componen del Programa Ticket Social, y mil pesos como resultado de changas que realiza, y que no tiene red de contención familiar".
La mujer nació en octubre de 1959 en la ciudad de Kiev, vivió allí con sus padres, en el contexto de una situación económica regular, y completó los estudios primarios y secundarios, hasta que a los 17 años comenzó a trabajar en una planta industrial que producía máquinas y herramientas de trabajo.
"Lamentablemente, en el año 1986 se dañó el reactor de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, produciendo fisuras por las que se desprendieron radiaciones, afectando a una zona de 200 kilómetros. La ciudad en la que vivía se encuentra a 90 kilómetros de distancia de dicha planta nuclear. Este accidente, conocido como la catástrofe de Chernobyl, cambió mi vida para siempre", relató la mujer.
"Como consecuencia del accidente, un gran conjunto de jóvenes decidieron emigrar, por miedo a los daños que la radiación pudiera generar en su salud, y que el primer país que les abrió las puertas fue la Argentina", añadió.
La mujer sufre de polineuritis diabética, síndrome del túnel carpiano bilateral, enfermedad de Dupuytren, osteoartritis de columna, rodilla y manos, esofaguitos con erosiones y TAC de cerebro con múltiples infartos cerebrales.
Hasta 2002, trabajó como mucama en el Hospital Israelita por el lapso de cinco años, pero sufrió un accidente laboral que le provocó traumatismo de cráneo encefálico y desde entonces su situación se precarizó hasta llegar a la virtual situación de calle que afronta actualmente.
Ante ese panorama, el juez Reynoso resolvió brindarle una cautelar para cobijarla provisoriamente, "hasta tanto se dicte sentencia definitiva en esta causa".
Foto: ilustrativa (Télam)