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Murió un kayakista que fue atropellado y abandonado en el río
"Bin", como le llamaban sus allegados, tenía 42 años y debió atravesar un largo período de convalecencia y su salud resultó desde aquel día considerablemente deteriorada, a punto tal que nunca pudo recuperar su anterior rutina.
El director del Hospital Centenario de Rosario, Adrián Rascón, unidad en la que Santos estuvo internado sus últimos días, confirmó que murió el viernes, luego de cinco jornadas en ese centro de salud por complicaciones vinculadas a su patología de base.
"Era un paciente con fracturas múltiples, controlado y seguido por el Hospital Eva Perón, pero que hace un mes llegó al Centenario con la posibilidad de un trasplante pulmonar, por una insuficiencia respiratoria crónica que lo obligaba a usar oxígeno en forma permanente", contó Rascón.
"La posibilidad del trasplante no se le descartó y tenía un turno con la Fundación Favaloro para los próximos días para una evaluación. Además de fracturas múltiples con osteomielitis crónica, el paciente exhibía infecciones en los huesos y otras patologías que le provocaron un gran sufrimiento durante estos dos años", amplió Rascón.
El médico explicó, además, que su dificultad respiratoria empeoró, por lo que se necesitó una internación en el hospital. Y que su cuadro se complicó "por una sepsis, una infección generalizada", que fue en definitiva la causa de su muerte.
Angel Santos, a quien apodaban Bin por su parecido físico a Osama Bin Laden, era un hombre de río muy conocido en el ambiente. Fue atropellado y abandonado la noche del sábado 2 de noviembre de 2013, cuando llegaba en kayak a la costa de la isla, frente a La Florida, donde vivía por razones de salud y tenía una escuela de kayakismo.
En la embarcación a motor viajaban cuatro o cinco personas, a 40 metros de la costa, que no repararon en la situación en que quedó Santos, quien sobrevivió milagrosamente porque pudo gritar para pedir auxilio.