Se enteró que su papá violó a su mamá: lo mató a puñaladas

Su mamá quedó embarazada a los 14 años, luego de haber sido violada. La familia la envió a Chile para evitar los comentarios en el pueblo. Tras el parto, regresó con su bebé a la localidad santacruceña de Pico Truncado, donde se instaló. Alex Gonzalo Castro (28) recién se enteraría de toda esa historia el 20 de octubre de 2013, más de dos décadas después. Se lo contó una tía, que además le dio el nombre del padre biológico. El joven salió a buscarlo. Lo encontró en la puerta de la casa y lo apuñaló en la cara y en el cuerpo, hasta matarlo.

Ayer, casi dos años después y tras un juicio abreviado, un tribunal integrado por Juan Pablo Olivera, Cristina de los Angeles Lembeye y Oscar Alberto Santucci, determinó que Castro había actuado en estado de “emoción violenta” y le dieron una condena de dos años. Como ya estuvo preso 22 meses, su defensa espera que pueda recuperar la libertad en las próximas horas.

Las tragedias en la vida de Castro comenzaron mucho antes de que se convirtiera en un asesino. En 2009, su abuela, que se había hecho cargo de su crianza, fue asesinada de una puñalada en el cuello por un hombre que le alquilaba un dormitorio. El asesino procuró ocultar el crimen incendiando la casa, pero la autopsia determinó que la víctima tenía una hoja de cuchillo tipo tramontina clavada en el cuello. El asesino fue detenido, juzgado y condenado.

El 20 de octubre de 2013, durante los festejos del Día de la Madre, Castro recibió la noticia que le iba a cambiar la vida. Estaba en la casa de su tía. Había comido y bebido en abundancia. También había consumido marihuana y cocaína. Fue en ese momento cuando su tía le reveló el nombre de su padre biológico, el mismo que había violado a su mamá 26 años atrás.

Le dijo que se llamaba Bruno Alvarenga y que tenía 56 años. Le contó dónde podía encontrarlo y el joven no dudó: cuando lo tuvo cara a cara lo atacó con un cuchillo. Le dio cinco puñaladas. El hombre murió en el acto y el agresor terminó detenido.

“Por culpa de eso hijo de puta tengo la vida que tengo”, aseguró al hablar por última vez ante los jueces. Aunque también se mostró arrepentido: “Le pido disculpas a los familiares de Alvarenga, pero ellos me conocen y saben que ese fue un momento de locura. También le pido perdón a mi madre”, declaró. La mujer no lo pudo escuchar: luego de que se hiciera público el abuso, prefirió no estar presente en las audiencias.