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Volverán a peritar el arma que causó la muerte de Alberto Nisman
A más de siete meses de la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, mañana volverán a disparar el arma que se encontró junto a su cuerpo y se buscará constatar si la deflagración deja rastros de pólvora en la mano que la acciona.
Se trata de la pistola Bersa calibre 22, que según se constató había sido entregada el sábado 17 al fiscal por su asesor informático, Diego Lagomarsino.
La fiscalía a cargo de la investigación ordenó que el peritaje se lleve adelante en un laboratorio de la ciudad de Salta entre el 31 de agosto y el 4 de septiembre próximo. La fiscal Viviana Fein accedió al peritaje sugerido en un primer momento por la juez Fabiana Palmaghini.
Los científicos explicaron, según indica la agencia de noticias DyN, que es virtualmente imposible reproducir con exactitud las circunstancias de tiempo, espacio, clima, humedad, y demás condiciones ambientales en que originariamente fue accionada el arma cuando murió Nisman.
Es por ese motivo que el resultado del peritaje no será concluyente. La experticia pedida por Fein fue autorizada por la Dirección de Apoyo técnico a las investigaciones fiscales, un organismo dependiente de la Secretaría General de Coordinación Institucional de la Procuración General de la Nación.
Se llevará a cabo en las instalaciones del Departamento Técnico Científico del Cuerpo de Investigaciones Científicas (CIF), situado en el Edificio Anexo del Ministerio Público de Salta, y estará a cargo del ingeniero José Luis Manzano.
El caso
Nisman fue encontrado muerto de un tiro en la cabeza el domingo 18 de enero en su departamento de una de las torres Le Parc, en el barrio porteño de Puerto Madero. Ocurrió a horas de presentarse en el Congreso para ampliar su denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner en la investigación por el atentado a la AMIA.