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¿A qué planeta te fuiste, barrilete cósmico?, por Miguel Bossio
POR MIGUEL BOSSIO
Tu última jugada fue la de escaparte solito y solo, en un dormitorio ajeno, en una cama desconocida. Te fuiste de repente sin que nadie lo notara, sin que nadie se avivara. Y nos dejaste el corazón lleno de preguntas, Diego…
¿Cómo habrán sido tus minutos finales, vos siempre tan rodeado de gente y esta vez sin ninguna compañía? ¿Cómo habrás viajado hasta el infinito y más allá? Tal vez, colgado de un barrilete libre, mágico e impredecible como tu zurda… ¿Alcanzaste a meter alguna imagen en la valija? ¿La de la mano de Dios? ¿La del “Sí, quiero” con Claudia? ¿La de tu gol más maradoneano? ¿Las del nacimiento de Dalma y Gianinna? ¿La del beso a la Copa?
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La verdad, Diego, ¿tenías ganas de seguir entre tanta miseria humana o necesitabas esa paz celestial que ya estarás disfrutando con la Tota y don Diego? ¿Cómo habrá sido ese reencuentro? ¿Hubo mates ya? ¿Quisiste y no pudiste gambetear a la muerte como tantas otras veces? ¿O será que te dejaste quitar la pelota por primera, única y última vez? Siempre artífice de tu propio destino, ¿es acaso una simple casualidad que te hayas elevado justo un 25 de noviembre, como Fidel, pero cuatro años más tarde?
Puede que, al ver lo que te quedaba de la hoja de ruta terrenal, hayas elegido un plan de vuelo más placentero, más calmo, más ideal. Qué se yo, tal vez te agarraron unas ganas de locas de volver a compartir un habano con el comandante. Después de todo, las tentaciones siempre te pudieron… ¿Es verdad que ya tenés equipo ahí arriba, con el Tata Brown, Cucciufo, Houseman, el Huevo Toresani? No te olvides de llamarlo a George Best, aquel inglés rebelde al que tanto admirabas y que, oh casualidad, se murió un 25/11.
Tal vez Cóppola, uno de los filósofos que más leíste en vida, tenga razón: de tanto tirar de la soga, al final se cortó el piolín… ¿Será entonces que tu barrilete cósmico salió volando urgente hacia mamá y papá? Sea como fuere, y estés en el planeta que estés, ahora te toca darle una mano a Dios. Que de una vez y para siempre, la paz sea contigo.
