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El atleta olímpico que vive en un garage y cobra una jubilación mínima

Ramón Cabrera participó de los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. Lejos de aquel día, ahora vive en un estacionamiento en Mar del Plata porque no puede pagar una pensión.
Por Telefe Noticias

Deportes: El atleta olímpico que vive en un garage y cobra una jubilación mínima

Ramón Cabrera es un atleta olímpico que vio de cerca la gloria cuando participó en los Juegos Olímpicos de Munich allá por 1972. Lejos de aquel día, el deportista de 79 años vive ahora en un garage acondicionado de Mar del Plata y cobra una jubilación mínima que no le alcanza para vivir.

Cabrera nació en La Cruz, un pueblo de Corrientes y así, con el paso de los años, se supo convertir en un maratonista olímpico que a los 34 años participó de una carrera en Munich. Pero todo empezó antes, según consigna Página/12, cuando a los 14 años debutó en una carrera callejera en Curuzú Cuatiá, corrió 5000 metros y salió tercero. Ese fue el comienzo que lo llevó hasta Ezeiza en 1972 rumbo a Munich para participar en los Juegos Olímpicos y dejar su huella.

El atleta corrió más de dos horas, terminó en el puesto 55 y a su regreso al país fue entrevistado por distintos medios como una estrella. Cabrera recuerda el momento en que cuando pasaba por un quiosco vio un póster con la imagen de la largada de la maratón. Y también recuerda la emoción que sintió ese día cuando se acercó al canillita y le preguntó el precio del afiche, que no pudo comprar porque era muy caro y no tenía dinero.

Ahora Ramón recuerda esos momentos con algo de nostalgia. Vive en un garage acondicionado de Mar del Plata con un baño y gas natural porque no puede pagar el costo de una pensión. “Como los 6200 pesos que cobro no me alcanzan, una señora me recomendó que vendiera calcomanías para decorar la heladera: equipos de fútbol, mariposas y esas cosas lindas”, le dijo a Página/12, tras contarle que no junta más de 30 o 40 pesos por día.

Con un perfil bajo prefiere no contar “qué hizo, ni quién fue”. “La señora donde vivía antes nunca supo mucho de mi vida”. Cabrera sobrevive a la carrera de la vida. “Hago lo que puedo con lo que tengo. Por suerte no debo comprar remedios. Gracias a Dios no uso medicamentos. Cuando tengo que competir –sigue hablando en presente– tomo muchas vitaminas. Ahora quiero caminar el maratón de Mar del Plata para ver si los del Comité Olímpico me ven y me dan una manito”, concluye.

Fuente: Página 12 / Foto:  Gentileza Vicente Robles.