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Brasil: juez ordenó que liberen al expresidente Michel Temer
Un juez de segunda instancia en Brasil ordenó este lunes liberar al expresidente Michel Temer, quien había sido detenido el jueves pasado como presunto cabecilla de "una organización criminal", informó la justicia.
La orden tiene efecto inmediato y vale también para el exministro de Minas y Energía, Moreira Franco, así como para otros sospechosos presos en la misma operación, confirmó el Tribunal Regional Federal TRF2 de Rio de Janeiro.
El magistrado Antonio Ivan Athié, que acogió un habeas corpus presentado por la defensa de Temer, explicó en su escrito que pese a los "indicios" existentes contra el exmandatario, referentes a supuestos sobornos recibidos en 2014, la prisión de Temer de forma preventiva (hasta la celebración de un proceso) no tiene justificación legal.
"Aunque se admita que existan indicios que pueden incriminar a los involucrados, no sirven para justificar la prisión preventiva, porque además de tratarse de [indicios] antiguos, no está demostrado que los acusados atentaron contra el orden público, [o] que estarían ocultando pruebas u obstaculizando" un eventual proceso criminal, afirmó Athié.
"No estoy contra la llamada [operación] Lava Jato, al contrario, también quiero ver a nuestro país libre de la corrupción que lo azota. Pero, sin respetar las garantías constitucionales, aseguradas para todos, (...) con violación de reglas, no hay legitimidad en el combate a esa plaga", añadió el magistrado.
Temer, de 78 años, fue arrestado en Sao Paulo el pasado jueves y trasladado a Rio de Janeiro por determinación del juez Marcelo Bretas, a cargo en este estado de la megaoperación Lava Jato contra la corrupción.
El caso está relacionado con supuestos sobornos recibidos en 2014 a cambio de contratos de obras en la usina nuclear Angra 3, en el sur del Estado de Rio.
El Ministerio Público Federal investiga "crímenes de corrupción, desvío de fondos y blanqueo de dinero", con "pagos ilícitos" efectuados por un empresario "para la organización criminal liderada por Michel Temer".
La prisión preventiva se justificaba, según el MPF, por la sospecha de que la presunta banda sigue "en plena actividad" y que en 40 años habría "obtenido la promesa, el pago o el desvío hacia la organización de 1.800 millones de reales" (unos 470 millones de dólares al cambio actual).
Cientos de detenidos por el Lava Jato
Las carreras de muchos de los políticos y empresarios más importantes de Brasil se vieron arruinadas por la "Lava Jato", la mayor operación anticorrupción de la historia del país, iniciada hace cinco años con una investigación sobre cambistas de dinero que operaban en un lavadero de autos (lava jato) de Brasilia.
Hasta ahora hay 155 condenados, entre ellos el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), con sentencias que totalizan 2.242 años y 5 días de prisión por esta gigantesca operación que desveló una red de sobornos pagados por grandes constructoras locales a políticos de casi todos los partidos, para obtener contratos en la poderosa paraestatal Petrobras.
Cientos más fueron acusados y fueron recuperados unos 13.000 millones de reales (unos 3.400 millones de dólares al cambio) en una operación que lleva ya 60 fases y que, según dijo la Fiscalía este mes, "está lejos de terminar".
El escándalo se extendió a una docena de países.
Petrobras, una de las principales empresas de América Latina, se vio severamente dañada, así como la confianza de los ciudadanos en el sistema político.
El último peso pesado que cayó en sus redes fue el expresidente conservador Michel Temer (2016-2018), un veterano de la política detenido preventivamente el jueves en San Pablo (sudeste). Lo acusan de liderar una operación criminal involucrada en corrupción, malversación y lavado de dinero, y fue trasladado a la sede la Policía Federal de Rio de Janeiro.
A sus 78 años, este político curtido desde hace más de tres décadas en el oportunista partido MDB (centro-derecha), tres veces presidente de la Cámara de Diputados y vicepresidente de Dilma Rousseff (2011-2016), a quien reemplazó cuando la mandataria de izquierda fue destituida por el Congreso.
Todos esos casos expusieron con crudeza las turbias conexiones entre negocios y poder político en Brasil.
Pero un reciente fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) desató temores de que a a partir de ahora será más difícil castigar a los políticos corruptos.
La máxima corte decidió la semana pasada que crímenes como el de lavado de dinero deben ser juzgados por cortes electorales y no por las penales- si están asociados a la financiación ilegal de campañas (llamada 'Caja 2').
"Como en Brasil todo político corrupto pide sobornos con el pretexto de usarlo en campañas (...), prácticamente todas las investigaciones de la Lava Jato irán a la Justicia Electoral", que "históricamente no condena ni manda a nadie a la cárcel", advirtió su colega Diogo Castor en el portal O Antagonista.
Pero algunos métodos utilizados por los fiscales, como las prisiones preventivas, las delaciones a cambio de reducciones de pena o la ejecución de penas de prisión antes del agotamiento de todos los recursos judiciales, han sido criticados como un abuso de poder.
El actual ministro de Justicia en el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, el exjuez Sergio Moro, estuvo al frente de los casos más sonados de la Lava Jato, entre ellos el de Lula.