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La historia del ciclista francés que se retira a los 106 años
Robert Marchand es un ciclista francés que el año pasado consiguió un nuevo récord, al recorrer más de 22 kilómetros en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines. Pero lo más significativo es que lo hizo a los 105 años de edad, contra todas las limitaciones que a los 20 años no le permitieron dedicarse al ciclismo por su baja estatura. Ahora, un año después, el centenario deportista se retira de la competición por problemas de salud, aunque bajo la manga se lleva el título de campeón del mundo de ciclismo en ruta para mayores.
Un año después de la gran hazaña que lo convirtió en ícono mundial, no solo por su edad, sino también por su ejemplo de persistencia y tenacidad, un vecino sostuvo que los médicos le pidieron que no haga más esfuerzos. Fue el médico de la selección francesa quien pidió a la Federación de Ciclismo que no lo autorice a participar en una prueba de 4 kilómetros en pista para evitar los riesgos de que sufra una crisis cardíaca, explicó su amigo Christian Bouchard. Por eso que Marchand no volverá a buscar nuevos récords, aunque según explicó el presidente del club ciclista de Mitry-Mory, seguirá andando en bicicleta para disfrutar y relajarse. “La bici se terminó. Era lo único que me interesaba. Estoy triste”, sostuvo con un dejo de tristeza el deportista.

Su historia es digna de contar, porque es un verdadero ejemplo de perseverancia. Su estatura –mide 1,58– le impidió convertirse en ciclista profesional. Por eso su vida tomó otro rumbo y trabajó como bombero en París, aunque antes, informa el sitio Marca, vivió en Venezuela, donde fue criador de pollos tras la Segunda Guerra Mundial y Canadá, donde se desempeñó como leñador. Mucho tiempo después, a los 86 años retomó sus andanzas con la bici y participó en su primera ruta de largo recorrido. En 2012 estableció el récord de velocidad en 100 kilómetros para centenarios, al recorrer esa distancia en 4 horas, 17 minutos y 27 segundos.
Lejos de quedarse con esa marca, Marchand fue por más. Porque cuando se quiere algo, no hay obstáculo a la distancia que pueda vencer a las ganas. Es por eso que el año pasado, el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, el ciclista se sometió a un control antidopaje, pedaleó durante una hora sin parar y así rompió una nueva marca al recorrer 22,547 kilómetros, convirtiéndose en el deportista más longevo.
“Toda mi vida hice deporte, comí mucha fruta y no tomo demasiado café”
Marchand, que cumplió 106 años el 26 de noviembre pasado, vive de forma autónoma en su casa y se encuentra “bien”. Cada mañana se sube a la bicicleta estática que tiene en su vivienda y pedalea durante cinco o diez minutos. Nunca fumó y siempre ayudó su buena alimentación, con fruta y verduras, además de tomar poco alcohol. A los 100 años un prestigioso laboratorio lo convenció para participar en un novedoso estudio único sobre el impacto del deporte en el consumo de oxígeno y los resultados fueron los de un hombre de 55 años.
“Toda mi vida hice deporte, comí mucha fruta y no tomo demasiado café”, explicó. Los doctores que lo siguen a diario explicaron que su cuerpo es pequeño, pero tiene un corazón bombea tanta sangre por minuto como el de una persona más grande. Cuando le preguntaron cuál era el secreto de su éxito, no dudo en contestar: "No soy un fenómeno ni un campeón, soy un tipo normal”.

FOTO: AFP.