Polémica en Londres: liberaron a un taxista acusado de violar y abusar a más de 100 mujeres

La liberación, que se producirá antes de que finalice el mes de enero, de un hombre acusado de violar y abusar sexualmente de más de 100 mujeres en Londres levantó una ola de indignación en Reino Unido.

Se trata de John Worboys, de 60 años, encarcelado en abril de 2009 después de que un jurado lo condenase por 19 cargos relacionados con drogas y agresiones sexuales contra al menos 12 mujeres, incluida la violación de una de ellas.

Tras su condena, la policía recibió más denuncias de otras mujeres, que aseguraban que durante su carrera de 13 años como taxista londinense, pudo haber drogado y atacado en total a más de 100 mujeres.

Fue sentenciado por un tiempo indeterminado con un plazo mínimo de ocho años antes de que la junta de libertad condicional pudiera aprobar su liberación. Nueve meses después de su noveno año en prisión, un jurado de tres personas lo autorizó a ser liberado.

Worboys habrá estado en la cárcel menos de un año por cada mujer a la que atacó.

Worboys, stripper antes que taxista, les ofrecía champán en su vehículo, el típico de color negro londinense, alegando que había ganado algo de dinero en la lotería o en un casino.

En la bebida inyectaba varios medicamentos que, mezclados, dejaban totalmente incapacitadas a sus víctimas, a las que violaba o agredía sexualmente. Cuando despertaban, muchas de ellas no podían recordar lo que había sucedido.

Por eso, los abogados de las víctimas piden que se justifique por qué quedó en libertad.

Carry Symonds recordó al Daily Mail cómo el taxista se ofreció a llevarla mientras esperaba a un autobús en Chelsea. La mujer tenía entonces 19 años: "Me pareció un tipo amigable de entrada, pero la conversación se volvió extraña. Me dijo que había ganado mucho dinero y me ofreció cigarrilos y vodka".

"Al día siguiente me desperté a las tres de la tarde en el baño de mi casa y sintiéndome enferma", recuerda. "No recordaba nada de lo que había pasado, seguramente puso algo en mi bebida. Estoy convencida al 99% de que no abusó sexualmente de mí, pero sigo teniendo un 1% de dudas. Lo cierto es que nunca fui capaz de volverme a subir a un taxi negro".