Reportaron la matanza de monos en Río de Janeiro por temor a la fiebre amarilla

El miedo a la fiebre amarilla desató en las últimas semanas en Rio de Janeiro una matanza de monos, considerados erróneamente vectores del virus, a pesar de ser la mejor defensa contra la enfermedad, según las autoridades.

238 monos aparecieron muertos desde que empezó el año en este estado del sudeste de Brasil, frente a los 602 de todo el año pasado, según indicaron los servicios sanitarios de la ciudad de Rio.

El 69% presentaba señales de agresión humana, la mayoría de apaleamiento o envenenamiento. El resto murió por diferentes enfermedades, que están siendo evaluadas para detectar la posible presentan del virus de la fiebre amarilla.

Tras el último brote de esta enfermedad, que ha causado la muerte de 25 personas en este estado desde el comienzo de año, la población empezó a buscar en masa vacunas que escasean y algunos aparentemente agredieron a los monos.

"La gente tiene que entender que el transmisor de la fiebre amarilla es el mosquito. El mono es una víctima. Y si no hay monos en la naturaleza, los mosquitos buscarán al hombre para alimentarse", explicó Fabiana Lucena, jefa de la Unidad de Medicina Veterinaria Jorge Vaitsman, cerca del centro de Rio.

Los cuerpos de los monos que llegan al laboratorio fueron encontrados en la vía pública, a veces en plena ciudad. La alcaldía habilitó un número de teléfono para que la población informe la aparición de cadáveres, a fin de que los servicios sanitarios puedan retirarlos.

"Cuando fueron anunciadas las primeras muertes [de humanos] relacionadas con la fiebre amarilla este año, a mitad de enero, había días en que recibíamos unos 20 monos muertos, de los cuales 18 con señales de agresión", cuenta la veterinaria.

"Para poner en marcha una campaña de vacunación más eficaz, hay que identificar las zonas donde los monos mueren de fiebre amarilla. Pero cuando el ser humano se pone a matarlos, la trazabilidad del virus se hace más difícil", concluyó la especialista.

También se identificaron masacres de estos animales en otras regiones de Brasil, especialmente en los estados vecinos de Sao Paulo y Minas Gerais (sudeste), donde se ha registrado el mayor número de casos de fiebre amarilla.

Fotos: AFP