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Vinos, toros y guerra al sexismo: con el "chupinazo" empezó San Fermín
Vino, toros... y guerra al sexismo. Las fiestas de San Fermín, en la ciudad española de Pamplona, comenzaron este viernes bajo el sino de la lucha contra las agresiones sexuales, tras el mediático caso de violación colectiva de "La Manada".
Los Sanfermines 2018 se abrieron hoy para dar paso a nueve días de fiesta y lo hicieron con un mensaje en favor de la diversidad y la inclusión de los discapacitados con el protagonismo de jóvenes con síndrome de Down.
El saludo de comienzo de las fiestas y el cohete lanzado al cielo fueron protagonizados por dos jóvenes que padecen ese síndrome, elegidos por votación popular para un acto que se celebra siempre a mediodía del día 6.
Así se desató la emoción en la Plaza del Ayuntamiento donde, desde primera hora, comenzaron a congregarse miles de personas vestidas de blanco, color tradicional de los hombres y mujeres sanfermineros.
Medios de varias partes del mundo mostraron en vivo desde Pamplona el "chupinazo", al que le seguirán 240 horas de fiesta con unos 490 actos, además de los tradicionales y polémicos encierros de toros.
Precisamente esas corridas fueron cuestionados estos días por colectivos animalistas y antitaurinos, pero se mantienen como eje de estas fiestas, que gozan de una gran fama internacional.

"Ciudad libre de agresiones sexistas"
De esa manera se proclamó Pamplona, en una reivindicación asumida por el Ayuntamiento y que prevé el accionar de 2.866 agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil,
Policía Foral y Policía Municipal.
Dentro de ese dispositivo, existe un número de teléfono disponible las 24 horas del día para personas que quieran denunciar agresiones. Las fuerzas del orden cuentan también con cámaras de videovigilancia para identificar a los eventuales agresores, y las asociaciones feministas pueden igualmente dar la alerta.
Y es que fue en esta ciudad, en los Sanfermines de 2016, en la que cinco jóvenes autodenominados "La Manada" abusaron en grupo de una chica de 18 años en la entrada de un edificio.
Los cinco, originarios de Sevilla, la penetraron sucesivamente, se grabaron a sí mismos con sus teléfonos móviles y desataron una tormenta social que dio alas al movimiento feminista en todo el país.
En abril fueron condenados a nueve años de prisión por "abuso sexual" pero no por el cargo más grave de violación, lo que de inmediato suscitó manifestaciones de rechazo en varios puntos del país.
Las movilizaciones contra "la justicia patriarcal" se repitieron cuando el mes pasado fueron puestos en libertad provisional bajo fianza, a la espera de que se resuelvan sus apelaciones y la de la fiscalía, que consideró la condena inicial como demasiado clemente.
"La ciudadanía ha sido muy tajante: no podemos seguir así, queremos llegar a casa estemos en las condiciones que estemos, borrachas y no sé cómo", comentó a AFP Laura Berro, concejala de Igualdad en el ayuntamiento de Pamplona.

Antes del inicio de las fiestas, cientos de feministas se concentraron este lunes en Pamplona en homenaje a Nagore Laffage, una enfermera muerta hace diez años en San Fermín a manos de un hombre con el que se negó a tener relaciones sexuales.

Con información de AFP y EFE. Fotos: AFP