Con un acto en Plaza de Mayo y cientos de invitados, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó el vigésimo aniversario de la asunción presidencial de su esposo, Néstor Kirchner. Durante poco más de una hora, la titular del Senado cuestionó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, cargó contra la Corte Suprema y urgió a la militancia a redoblar esfuerzos de cara a las PASO.
Rodeada de algunos integrantes del gabinete nacional -con los ministros y posibles precandidatos Sergio Massa y Wado de Pedro cerca- Cristina se mostró junto a parte de su familia: su cuñada Alicia Kirchner, su hijo Máximo, su exnuera y actual diputada provincial, Rocío García, y dos de sus tres nietos: Néstor Iván y Emilia, fruto de la relación de Máximo y Rocío. Ausente de esa imagen estuvieron Florencia Kirchner y su hija Helena.
Habló de todo, salvo de las candidaturas. Evitó dar nombres e hizo silencio en las oportunidades en las que el público la pidió como candidata. A cambio, se despidió con dos canciones de rock nacional que no son las más usadas en sus actos partidarios.
Mientras saludaba quienes se acercaron al escenario, sonó La Renga, con un tema original de Divididos, “Soy quien no ha de morir”. “Soy quien no ha de morir jamás… Siempre regresaré, me verás en las calles de tus pensamientos… En cualquier lugar me verás”, dice la letra de la canción. “Árbol de sombra joven seré el remanso fiel, que tendrás... Con todo su esplendor detrás de algún presagio gris dejarás… Soy el sonido de tus pasos, la claridad de tu despertar”, continúa.
La transmisión siguió con imágenes generales del acto bajo la lluvia, pero esta vez con Callejeros y el tema “Imposible”. “Poder jugar en otro juego es lo que imagino, donde la gente de mierda esté muerta y los buenos, vivos. Quiero que sea este el lugar pero convertido, que decir aborto suene a legal y que no sea un pecado mortal. Que no se quede mi pueblo dormido”, comienza la canción de la banda liderada por Patricio Fontanet.
“Que ya no me engañen más ni jueguen conmigo… Gardel va a cantar con los Beatles en la plaza del barrio, Bob Marley va a rugir en Cemento con los Rolling Stones. Al fin va a decir la verdad el que escribe los diarios, al fin van a dejar de rezarle a la televisión. Ahí no voy a escuchar mentiras ni verdades cambiadas y no habrá tantos hombres pagando ni putas tan caras… Por fin el gobierno va a ser de una mujer. Y no habrá juicio por fumar sin joder, y va a haber jueces cumpliendo la ley. Todos nuestros hijos van a poder comer y en nuestras almas va a dejar de llover”, prosigue el tema.
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