Confesó que es adicto y lo despidieron: sus compañeros piden que lo reincorporen

Jonathan Reinhart, de 26 años, trabajaba en la administración del Instituto de Seguridad Social de La Pampa desde hacía 7 años.

Faltaba al trabajo y no presentaba certificados. Después de varios apercibimientos, confesó a sus jefes que es adicto.

"Hoy está en tratamiento por sus adicciones y en la institución se sabía”, dijo una de sus compañeras que participó del "aplausazo" que ayer se hizo en la puerta del ISS, donde el joven se encadenó y hoy pasó su segunda noche a la intemperie.

Y agregó: “Por su situación se mandó un expediente a fiscalía y sé que se presentó solo sin ningún abogado. No pudo decir que es lo que le sucedía teniendo en cuenta que es algo muy recriminado en la sociedad. En su momento no pudo pedir ayuda pero desde la institución se sabía de su adicción e hicieron la vista gorda. Muchos se lavaron las manos en lugar de ayudarlo, es una institución que para el afuera marca una cosa pero cuando el problema está adentro se lavan las manos”.

Jonathan vive con su mujer y su hijo de 3, quienes lo fueron a visitar. Reclama que le devuelvan su puesto de trabajo.

Explicó: “Estoy acá porque cometí un error. Tuve una enfermedad, no lo quise decir por tener miedo a todo esto, no quise decirlo. Tuve un problema de adicción, caí en las drogas, que me llevó a faltar al trabajo y este año me cambiaron de área y sentí que tenía que hacer las cosas bien”.

“Empecé un tratamiento, portándome bien y me decían que iba a tener otra oportunidad, que me quede tranquilo y me echaron, me dejaron cesante de mi trabajo”, explicó.

Jonathan afirmó que “primero trabajé en archivo y luego pasé a mantenimiento, limpieza. Yo nunca dije que no, por eso estoy acá, necesito volver a trabajar para poder sustentarme y seguir con mi tratamiento, que no lo he terminado. Vengo bastante bien. Necesito volver a trabajar, una segunda oportunidad, nada más.”

Por las faltas a su trabajo administrativo, lo pasaron a la parte de limpieza y el 7 de mayo fue a trabajar y le hicieron firmar la cesantía.

“Es una persona que está enferma y que necesita ayuda. Hay que ver cómo es que llegó a la adicción, que es lo que le sucedió. A la persona hay que apoyarla y no tirarla. Es una gran persona, nunca he escuchado que ha sido mal compañero o que robó algo”, agregó la empleada del ISS al medio local Contactoradio.com.