Emiliano “El Pela” Pereyra, tenía 38 años. Era papá de una chica de 19 y abuelo de un nene de 2. En la madrugada del viernes 16 de agosto de 2019 volvía a su casa de una cena. Su padre, de 71 años, lo esperaba en la puerta para abrirle el portón. Pero cuando estaba entrando la camioneta Fiorino modelo 92 fue abordado por tres delincuentes que intentaron robarle la camioneta y terminaron asesinándolo.
Sus padres, su hija y su nieto se fueron a vivir al sur porque no soportaban vivir en el mismo lugar donde aconteció el crimen. Un año después, José, el papá del “pela” murió un atormentado por lo que había pasado con su hijo. La banda que ejecuto el intento de robo y posterior asesinato estaba compuesta por tres delincuentes que fueron identificados, detenidos y condenados.
Quien encabezaba la banda, de apellido Ruiz, tenía 19 años y era el único mayor al momento del crimen. Fue condenado a cadena perpetua. Ese día estaba acompañado por dos menores, uno de 15 que manejaba y otro de 16, de apellido Barris que fue condenado a 10 años de prisión.
Como Barris era menor al momento del crimen, recibió el benefició de cumplir su condena con prisión domiciliaria, al menos hasta cumplir la mayoría de edad. Pero ante reiteradas denuncias y alertas electrónicas por violar la prisión domiciliaria, el juzgado determino revocarla.
Cuando en abril de 2022, los efectivos policiales fueron a buscarlo no lo encontraron y desde ese momento está prófugo. Desde ese momento ofrecen una recompensa de 4 millones de pesos para quien pueda dar información que ayude a la justicia a detenerlo.
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