Portada  |  04 octubre 2017

La verdadera historia detrás de la foto viral de "la madre más mala del mundo"

En la instantánea, tomada y difundida sin consentimiento de Molly, se ve cómo la madre utiliza su celular en la sala de espera de un aeropuerto, mientras la pequeña de pocos meses de edad reposa sobre una manta en el suelo.

Redes

Las redes sociales aportan un montón de cosas buenas a nuestras vidas. Nos permiten estar en contacto con nuestros amigos y familiares e informarnos prácticamente en tiempo real sobre lo que sucede en todo el planeta. Sin embargo, en ocasiones esa rapidez se convierte en un arma de doble filo. La velocidad puede derivar en precipitación y falta de cautela a la hora de emitir opiniones; y en esas circunstancias es sencillo cometer errores e incluso injusticias. Molly Lensing puede dar fe de ello.

Esta joven madre saltó involuntariamente a la fama cuando alguien publicó en Facebook una foto protagonizada por su hija y ella misma, la imagen que puedes ver sobre estas líneas. Aunque su autor ya ha eliminado el contenido, todavía puede verse en blogs como Honey. En la instantánea, tomada y difundida sin consentimiento de Molly, se ve cómo la madre utiliza su celular en la sala de espera de un aeropuerto, mientras la pequeña de pocos meses de edad reposa sobre una manta en el suelo.

Una cita generalmente atribuida a Albert Einstein acompañaba a la publicación original en Facebook. "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá una generación de idiotas".

La explosiva combinación de fotografía y texto provocó que el post se hiciese viral en poco tiempo, abriendo el paso a una auténtica lapidación dialéctica contra Molly. La madre llegó a recibir incluso mensajes amenazantes de personas indignadas con su comportamiento.

"Tuvimos la mala suerte de sufrir un gran retraso en nuestro vuelo por problemas informáticos. Anastasia (la pequeña) había permanecido en su carrito durante muchísimas horas. Mis brazos estaban cansados. Ella necesitaba estirarse y yo tenía que comunicarme con mi familia, que se preguntaba dónde diablos estábamos", ha detallado Molly, que se sintió vulnerable e indefensa ante el acoso de decenas de internautas. Quizá el vuelco que supone escuchar su versión haga que más de uno se pare a pensar antes de juzgar la próxima vez.

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