Celia Shroder, una estadounidense de 32 años, bajó más de 100 kilos en tres meses luego de realizarse un bypass gástrico, pero no quedó confirme con el resultado y dijo que se siente como "una vela derretida".
En declaraciones al sitio The Mirror, la mujer aseguró que el exceso de piel la hacía ver de esa manera. “Yo me quería sentir bien luego de haber perdido todo ese peso, pero odio como me veo”.
Celia, que es madre de cuatro hijos y fue víctima de bullying durante su infancia y adolescencia, no quedó conforme con ese resultado.
“Me sentía igual, porque a pesar de haber bajado de peso, me compraba ropa dos tallas más grande, así mi exceso de piel entraba en ella”, dijo.
Los pliegues de piel no sólo la limitaban estéticamente, la mujer aseguró que le causaban “problemas” al ejercitarse y que “constantemente tenía infecciones, me sentía miserable”.
Después de cambiar sus hábitos alimenticios, comenzar a hacer ejercicio volvió al quirófano para eliminar el exceso de piel que la atormentaba.
"Mi autopercepción está mucho mejor. Ayudó a mi confianza y ahora por fin me siento cómoda en mi propio cuerpo. Ahora, cuando me miro en el espejo, me gusta lo que veo por primera vez en mi vida”, dijo al Daily Mail tras la operación.
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