A diferencia del famoso perro de San Petersburgo, los felinos que protagonizan el vídeo no esperan el sonido, sino que fueron adiestrados para tocar ellos el timbre cada vez que quieran comer.
Cada uno de ellos tiene su propio timbre y cuando lo pulsan el encargadao de la prueba le pone un poco de comida en el plato. Los gatos lo comen y vuelven a pulsar para recibir más comida.
Aunque cada uno tiene su propio timbre, al final acaban pulsando el mismo, esperando ansiosos a que su dueño les de la recompensa. El dueño de los felinos subió ese y otros videos similares a las redes sociales y los convirtió en una sensación mundial.
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— ???????@VR????? (@b_ru_ru) 30 de marzo de 2017
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