Fiona Moseley, una joven residente en Londres, intentó compartir con el mundo su indignación después de que Instagram bloqueara y desactivara la cuenta de su madre por subir una foto de repostería. Parece que la decoración de la tarta era sospechosa de dibujar una areola y un pezón.
En declaraciones al canal Indy100 de The Independent, Fiona se mostró incrédula. "Es una tarta de Pascua, una tarta religiosa, no puede estar más lejos de un contenido sexual explícito", dijo.
De momento, y a pesar de la reclamación de la usuaria, Instagram sigue sin dar su brazo a torcer sin un argumento claro. ¿Cuál es el criterio que se sigue? ¿Dónde está el 'detector' de sexo? ¿Cómo funciona? El hecho de que su hermana Jenny sí que haya podido publicar las fotos sin problemas solo por cambiar de ángulo pone aún más en entredicho la política de la red social.
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