Tiene seis hijos de entre diez años y poco más de un mes, y dos de sus partos (el último de ellos de mellizas) acumulan más de 17 millones de reproducciones en su canal de YouTube. Estas cifras convierten, posiblemente, a Estefanía Urzu en la mujer de los partos más vistos en España.
Urzu es más conocida por sus seguidores como Verdeliss, su nombre de youtuber. En la plataforma de videos hay infinidad de tipos de youtubers o video-blogueros -desde las locuras adolescentes hasta señoras que enseñan a cámara sus compras en el Mercadona- y los temas de maternidad y familia son todo un subgénero.
Desde hace ocho años sube videos familiares de momentos cotidianos, en un canal que muestra cómo han ido creciendo los miembros de esta familia numerosa pamplonesa. Desde el primer baño de un recién nacido al primer día de cole o el momento en el que supo que estaba embarazada por quinta vez son algunos de los momentos que ha mostrado a sus seguidores.
Cuenta con más de 460.000 suscriptores en Youtube, 161.000 seguidores en Instagram y 78.000 en Facebook y aprovecha la tranquilidad de las noches para alimentar su canal y sus redes. “Me manejo por la noche, cuando ellos duermen. Ese es el momento en el que puedo pararme a editar los vídeos, subirlos y gestionar todo lo demás, aunque ahora con las pequeñas tengo incluso menos tiempo para dedicarme a ello. Simplemente subo los vídeos cuando puedo”, cuenta.
Es auxiliar de enfermería, aunque no ejerce, y su marido, Aritz, abogado. El canal se ha convertido en una vía de ingresos para Verdeliss, que, sin embargo, no lo considera un trabajo, sino un hobby que le reporta un beneficio extra: el de no tener que trabajar fuera de casa gracias a los beneficios que generar sus vídeos, que en conjunto acumulan en YouTube más de 116 millones de reproducciones.
Verdeliss no considera que esta exposición de sus hijos en YouTube comprometa su intimidad. "Son los momentos cotidianos que se pueden ver en una familia normal: ir alsupermercado, ir al parque...", cuenta, y asegura que sus hijos han asimilado como algo normal las grabaciones de ciertos momentos de su vida. "Aimar [el mayor] tiene 10 años y en el colegio sus amigos saben lo de Youtube y no pasa nada", comenta.
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