Investigadores logran relacionar el estado de ánimo con el uso de filtros de Instagram

Una investigación determina que existe una importante correlación entre las características de las fotos de Instagram y el estado mental de quienes las publican, segun informa la web de noticias 20minutos.es

Dos científicos, Andrew Reede, de la Universidad de Harvard y Chris Danforh, de la Universidad de Vermont, Burlington, Estados Unidos realizaron un experimento con 170 trabajadores del servicio Mechanical Turk de Amazon, a los que pidieron que realizaran una serie de encuestas, con el objetivo de medir estados emocionales como la depresión y que les dieran acceso a sus actualizaciones de Instagram.

De estos 170 voluntarios, el 70% de ellos presentaban depresión. A raíz de las cuentas de Instagram a las que tuvieron acceso, los investigadores crearon un archivo de 400.000 imágenes de las que analizaron algunos parámetros como la saturación, tonalidad, contraste, o el número de individuos que aparecían en las fotografías para determinar el grado de actividad social del sujeto.

Para llevar a cabo dicho análisis, los investigadores eligieron las últimas 100 imágenes de las personas emocionalmente estables; de las cuentas de las personas que padecían depresión, analizaron las 100 fotografías previas al diagnóstico clínico.

Las personas de un grupo de voluntarios fueron las encargadas de juzgar lo que les transmitía cada fotografía: desde alegre o triste, hasta agradable o inapropiada o el grato de interés que les suscitaba, en una escala de 0 a 5.

Para poder evaluar la correlación del estado mental con las imágenes, los científicos desarrollaron un algoritmo para relacionar la depresión o su ausencia, con las propiedades de las fotografías.

De esta forma, los científicos pudieron establecer una serie de conclusiones.

Respecto al tono de las fotografías, encontraron que las personas con depresión tienden a publicar imágenes con tonos azulados, grises y oscuros; respecto a las interacciones, sus fotografías tenían un menor número de likes.

En cuanto al filtro, hay un claro ganador: los sujetos deprimidos usaban de forma masiva Inkwell, que convierte las fotografías color a blanco y negro. Por el contrario, los participantes sanos -el 30%- eran más partidarios del filtro Valencia, que favorece la luminosidad de la imagen.

También se llegó a la conclusión de que las imágenes alegres o tristes no tenían tanto que ver con la depresión, sino más bien la presencia de características que denotaban cierto egocentrismo, como la abundancia de selfies.

Aunque los doctores únicamente sostienen esto como una hipótesis, la psicología ya ha apuntado también a la posibilidad de que los autorretratos pueden ser un síntoma de baja autoestima, apuntando a la necesidad de una aceptación social.

Se pudo comprobar que el algoritmo identificó con exactitud al 70% de los sujetos previamente diagnosticados con depresión, y por lo tanto, este podría ser un método altamente más eficaz para la identificación y detención temprana de trastornos mentales.