A la bicicletería de Diego hace veinte días que no para de llegar gente. El problema es que no son clientes. Son víctimas de una modalidad de estafa virtual que no para de crecer: el robo de identidad a comercios para ofrecer productos en las redes sociales.
En su caso armaron una publicación en Facebook en la que ofrecen bicicletas a precios muy convenientes. "Liquidación por cierre", engañan los estafadores, que usan el logo y la dirección de la bicicletería de Diego como referencia.
Y mucha gente lo cree. No solo eso. También paga por adelantado. En algunos casos una seña y en otros la totalidad de lo que les piden.
Uno de ellos fue Teo. Pagó 135 mil pesos creyendo que le iban a enviar la bicicleta a su casa. Pero apenas hizo la transferencia lo bloquearon.
Se terminó de dar cuenta de la estafa cuando logró comunicarse con Diego, quien no para de recibir llamados o visitas de estafados en su local de San Isidro.
"La verdad que hace días que no duermo con todo esto -asegura-. Está el prestigio de mi bicicletería de por medio y además tengo miedo de que algún loco crea que fui yo el que lo estafó y se ponga violento", cuenta.
Hizo la denuncia en la fiscalía, en la comisaría y en Facebook. Pero los estafadores siguen como si nada. A lo sumo dan de baja una publicación y enseguida arman otra.
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