Portada  |  18 octubre 2022

Un argentino entre Putin y Zelenski para evitar una catástrofe nuclear

Rafael Grossi es una de las personas con mayor centralidad en medio de la guerra en Ucrania. Como director de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desde que comenzó el conflicto encabeza las negociaciones diplomáticas entre ambas partes para proteger las centrales nucleares que se encuentran bajo fuego.

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Fanático de Estudiantes de La Plata utiliza un lenguaje futbolero para explicar cómo encarar negociaciones con los líderes más importantes del mundo. Además de las actuales negociaciones, en su primer mandato al frente de la OIEA, Grossi medio entre Estados Unidos e Irán. “Los argentinos no nos achicamos y salimos a la cancha de igual a igual” asegura para referirse a sus encuentros con personalidades centrales como Vladimir Putin, Volodímir Zelenski o Donald Trump en su momento.

Nació en el barrio porteño de Almagro pero su carrera diplomática lo llevó a mudarse a Viena primero como embajador y luego dirigir el organismo multilateral que busca el desarrollo pacifico y seguro de la energía nuclear en el mundo. Está casado con otra diplomática argentina, que también trabaja en una organización relacionada a la energía nuclear de forma pacífica. Se trata de Cintia Echavarria que se desempeña en la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.

Cuando al comienzo del conflicto las fuerzas rusas ocuparon la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, Grossi comenzó las negociaciones para generar una zona segura libre de agresiones alrededor de las centrales nucleares. En marzo de este año, dejó en Viena a su esposa y sus ocho hijos para viajar junto a su equipo a inspeccionar y supervisar la central de Zaporiyia que hoy se encuentra muy cercana a la línea de fuego y representa el mayor riesgo para un accidente nuclear catastrófico. El viaje no estuvo exento del temor y llegaron a estar bajo el fuego cuando se movilizaban en un convoy.

La central de Zaporiyia, actualmente se encuentra bajo control de las fuerzas de ocupación rusa, pero es operada por los técnicos ucranianos que originalmente trabajaban allí y cuenta con la observación y supervisión de 4 técnicos del equipo de Grossi que le reportan a diario el estado de situación. De hecho, minutos antes de la entrevista con Telefe Noticias, el diplomático alertó que se había cortado el suministro eléctrico de la central y habían tenido que encender los generadores a gasoil para hacer funcionar los enfriadores del reactor y evitar un accidente nuclear que podría ser catastrófico.

Pese a que es un importante protagonista en la búsqueda de la paz en una guerra de características impensadas en Europa del siglo XXI, no percibe su trabajo y los encuentros que mantuvo como históricos. O por lo menos, hasta que consiga una solución definitiva para evacuar cualquier riesgo de una tragedia nuclear.

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