Internacionales
Secuestraron fusiles, subametralladoras y proyectiles en una cárcel en Honduras
La Policía Militar de Orden Público (PMOP) detalló, a través de su vocero, José Coello, que solo en el Centro Penitenciario de Támara se decomisaron cuatro fusiles AR-15, una subametralladora Uzi, 38 pistolas 9mm y 14 de otros calibres, con cargadores y 4.000 proyectiles, cuatro granadas de fragmentación y dos de humo, además de 60 armas blancas.
La cárcel de Tamara, considerada la más importante del país, está ubicada a 25 kilómetros de Tegucigalpa y aloja a unos 6.000 presos, pero se desconoce cuántos de ellos integraban pandillas.
El operativo de revisión permitió además decomisar aparatos de transmisión, incluyendo teléfonos móviles, consolas de videojuegos, 556 televisores plasmas y 320 equipos de sonido, junto a drogas y dinero en efectivo, según mostró el oficial en una conferencia de prensa.
"Las granadas de fragmentación americanas tienen un radio de acción de alcance efectivo de 30 a 35 metros", afirmó Coello para advertir del elevado riesgo que había con esos instrumentos de guerra en poder de pandilleros.
Los detenidos son miembros de Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS-13), las dos principales maras (pandillas) que actúan en el país, aunque originariamente son de El Salvador.
Coello dijo que en la prisión de máxima seguridad de La Tolva, a unos 60 kilómetros de la capital y con unos 1.300 reclusos, también efectivos de las PMOP incautaron fusiles AK-47 y AR-15, pistolas y otras armas.
Las operaciones empezaron el lunes por orden de la presidenta Xiomara Castro, después de que la semana anterior en la cárcel de mujeres de la misma zona de Támara, un choque entre reclusas de las dos pandillas dejó 46 muertas.
Castro ordenó que la PMOP tome el "control de los 21 centros penales del país" a partir del 1 de julio, pero las operaciones se adelantaron por sorpresa el lunes y continuarán por tiempo indefinido, reportó la agencia de noticias AFP.
Al iniciar el despliegue, el comandante de la PMOP, coronel Fernando Muñoz, denunció que las armas fueron ingresadas a las prisiones por los pandilleros pagando sobornos a los custodios.
Las cárceles de Honduras son consideradas por las autoridades como "academias del crimen", donde en los últimos 20 años se registraron más de 1.000 muertos, según el estatal Comisionado de Derechos Humanos. (Télam)