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Luciana Salazar habló sobre su futura hija y de su separación con Redrado: "Tenía que separarme para ser una mamá feliz"
La noticia sorprendió a todo el mundo. Luciana Salazar contó a través de las redes sociales que será mamá de una nena a la que le pondrá Matilda. Un día después del anuncio, la vedette habló en exclusiva con la revista GENTE y dio detalles sobre su separación del economista Martín Redrado, y sobre de su decisión de alquilar un vientre subrogado para cumplir el sueño de ser mamá.
"Nada me hubiese gustado más que llevar en mi propio vientre a la hija del hombre que amaba. Pero ante el panorama, el fin de la relación era inevitable. Entonces me imaginaba embarazada, sola y sufriendo por ese amor", asegura conmovida Salazar, sobre la decisión de ser madre soltera y el final de su relación con el economista, y agrega: "El es demasiado conservador como para cargar el hecho de tener una mujer que espera un hijo que no es suyo. Intentamos sostener esos días con amor, para no decir: “No nos vemos más”. Fue terrible para ambos. Yo iba a comprar ropita para la beba llorando, y me decía a mí misma con bronca: “¡Basta, Luli! ¡Se supone que debés disfrutar este momento!”. Ya sabía que el fin estaba cerca. Tenía que separarme para ser una mamá feliz".
Sobre el final de la relación, Luciana relató que a principios de julio de este año decidieron separarse con Redrado por teléfono: "Lloramos mucho. Ninguno de los dos se atrevía a dar el paso. Nuestras despedidas siempre fueron telefónicas, porque sabemos que cara a cara es imposible: de hecho, él retrasó su regreso al país. En siete años, si fuimos y vinimos tantas veces, es porque realmente no podemos vivir separados".
LUCIANA MAMÁ
Hace un año, Luciana tomó la decisión de congelar óvulos y empezó a pensar -de forma concreta- que su sueño estaba cada vez más cerca. Luego, el paso siguiente fue conocer a la madre subrogada: "Debe cumplir ciertas condiciones, como la de ya haber sido madre o vivir en el mismo Estado en el que se inicia el proceso, entre otros ítems físicos y psicológicos. Su manutención queda a mi cargo, a través de un fideicomiso –como le llaman–, en lo que insuma el embarazo. Así, a fines de 2016 conocí a Lía, una enfermera de Ohio, radicada a 400 kilómetros de Miami. La primera cita fue por Skype, y la decisiva: ambas teníamos que elegirnos. La empatía fue inmediata, porque las dos vivimos historias similares".
Luego de elegir la madre, llegó el momento de elegir al hombre que donaría el esperma: "Mi donante es un estudiante de 26 años, que juega al fútbol americano –por lo que vi–, y con una familia que me hizo acordar mucho a la mía. Eso me gustó. Todos tienen ojos rasgados, como yo: ¡mi hija será muy chinita! Pero lo que más me sedujo fue su sonrisa: enseguida la proyecté en la carita de Matilda".
La beba de Luciana nacerá en Miami (Estados Unidos), ya que es el lugar donde está la clínica donde hace el tratamiento. Ella y la nena deberán instalarse durante un mes y medio en la ciudad costera para cumplir con las vacunas y los tramites de documentación de la menor. "Mi familia entera viajará conmigo para recibir a la beba, y se quedarán con nosotras... ¿Ves? Otra de las razones por las que ya no quería seguir esperando es para que mi hija no perdiera tiempo de sus dos abuelos maravillosos", cuenta Salazar emocionada.
Fotos: Gentileza Revista GENTE
