Un trabajo no apto para los que padecen de vértigo

Colgado a 380 metros de altura no hay lugar para aliviarse de un mareo. Los operarios chinos que construyeron la torre de electricidad más alta del mundo en el provincia de Zhejiang tuvieron que caminar sobre cables y sentarse sobre sillas colgadas con arneses para completar el trabajo. La función de esta torre, que supera en 10 metros a la que también era la más alta hasta ahora, es distribuir un cable de electricidad de 2600 metros de largo. Una obra de ingeniería que es también una obra de arte.